martes, 30 de octubre de 2007

El milagro del día mas largo

"Aquel día, el día en que Yavé entregó a los amorreos en las manos de los hijos de Israel, habló Josué a Yavé, y a la vista de Israel, dijo:
'Sol, detente sobre Gabaón;
Y tú luna, sobre el valle de Áyalón';
Y el sol se detuvo, y se paró la luna, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos.
[...] El sol se detuvo en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse, casi un día entero"
Josué 10:12 y 13; La Sagrada Biblia; Versión de Nácar y Colunga.

Varios teístas han tratado de demostrar que los milagros, al ser explicados "científicamente", pudieron ser sucesos reales. Pero lejos de hacerle esto un servicio a la fe, logra totalmente lo contrario al demostrar que no hace falta la existencia de un ser superior como fuente de los milagros. Otros alegan que los milagros son fenómenos sobrenaturales. Otros quizás propongan que este ser superior no puede, o no quiere cambiar el funcionamiento de su propia creación.

Algunos milagros pueden ser tan espectaculares que resulten del todo increíbles. Especularé sobre el suceso en que Josué detuvo el Sol y la Luna: La Tierra gira en torno al Sol, de modo que si este se detiene en su aparente avance por el cielo, significa que la Tierra detuvo su rotación, por inercia las cosas sobre ella saldrán volando a gran velocidad. Sin mencionar las consecuencias del magma debajo de la corteza terrestre. Por lo que visto así un milagro como este choca con la razón y es fácil desecharlo como absurdo. La respuesta del creyente será que como Dios es todopoderoso puede, con facilidad, encargarse de todas las consecuencias de detener la Tierra.

Pero me gustaría proponer algo diferente. Analicemos las circunstancias: ¿Para qué tenían que detenerse el Sol sobre Gabaón? Para que los Israelitas se 'vengaran de sus enemigos'. Es decir que los hebreos necesitaban iluminación por mas tiempo o no podrían continuar con la matanza. El problema es que el Sol, al quedar oculto después de la puesta ya no puede seguir iluminando el lado opuesto de la tierra. En lugar de que detener la Tierra, lo que hacía falta era seguir iluminando la zona donde se efectuaba la pelea. Los humanos tenemos herramientas con las que podemos desviar la luz para iluminar zonas oscuras; les llamamos espejos. Dios pudiera haber formando una o mas superficies reflejantes muy altas en el cielo para dar la iluminación requerida.

El punto débil de esta hipótesis es que también la Luna se 'detuvo'. Y si ya se tenía la iluminación del sol, ¿para qué reflejar la Luna? Después de todo el que la Luna también se quede estacionaria sugiere simplemente que la Tierra sí se detuvo. Sin embargo, no se menciona un evento parecido por otra civilización. Aún así uno pudiera plantear alternativas, quizás cada vez mas complejas, de lo que pudo suceder. Al fin y al cabo, los caminos del Señor son misteriosos.

Ahora podría especular de otra manera: Alguien sin conocimientos básicos de física inventó el milagro de dos astros deteniéndose en el cielo, con el propósito de "demostrar" que su dios aprobaba el genocidio. ¿Qué opción le parece a usted más probable?

Las pruebas de milagros pasados o presentes se encuentran en los testimonios de personas que quieren creer, o bien se benefician de alguna manera de que alguien les crea.

¿Qué tal un milagro similar en la incrédula actualidad para que los escépticos tengan la oportunidad de comprobar la realidad de la existencia de Dios? ¡Ah!, pero tal situación es predicha por muchos como el Fin del Mundo. El problema es que para entonces como los escépticos no demostraron su fe serán arrojados a un lugar donde serán torturados por la eternidad. De modo que el método último para afirmar la veracidad de los milagros es una amenaza: "Si no crees en Dios y su poder te irá mal"*, y seguimos sin tener ningún portento comprobable. Todo se reduce a que hay que creer porque hay que creer. Esto nos hace vulnerables al engaño de cualquier charlatán.

¿A qué conclusión llegamos? ¿Los que dudamos de la realidad de los milagros somos unos herejes ciegos, incapaces de percibir el poder divino? ¿O simplemente no hay, hubo ni habrá milagros?

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Nota:
* En el asunto de la incredulidad de Tomás en la resurrección de su maestro, Jesús indicó lo adecuado de creer sin ver; pero aún así se mostró resucitado con sus heridas a su escéptico discípulo (Juan 20:24-29). Imagínese a un predicador actual amonestando sobre la importancia de tener fe; pero que levanta muertos (de forma que sea comprobable para todo el mundo).

viernes, 19 de octubre de 2007

Definición de milagro

“Según el cristianismo, un milagro es en sí un hecho sobrenatural en el cual se manifiesta el amor de Dios hacia los humanos y se demuestra su existencia.”
Wikipedia

¿Qué es lo sobrenatural? Esto depende de quién lo diga. Muchos alegarán que ver un fantasma en un cementerio es un ejemplo incuestionable de algo sobrenatural. Pero para muchos bioquímicos puede ser simplemente el escape de gases de fósforo producidos por un cuerpo en descomposición (1). Al paso del tiempo los científicos descubren las causas y funcionamiento de fenómenos que antes no comprendíamos. Por lo tanto definir al milagro como algo sobrenatural puede ser un tanto ambiguo.

Sea cual sea su naturaleza (o sobrenaturaleza), los milagros tendrían la función de demostrar la existencia de Dios.

También como en el caso de Moisés sirvió para dejar en claro quien era Su profeta (2). Y en el caso de las diez plagas demostrar la incapacidad de los dioses egipcios de evitar los milagros del dios de los hebreos.

Por lo tanto yo propondría la siguiente definición:

"Un milagro es la manifestación notoria e incluso espectacular que usan los dioses para demostrar su existencia o divinidad, desmentir la existencia o divinidad de otros dioses, y señalar a los humanos que los representan o les son gratos."

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Notas:
(1) Este fósforo se encuentra en el esqueleto, que cuando se empieza a descomponer libera gases fosforescentes que pueden escapar de un ataúd mal sellado y se ven con más facilidad en la oscuridad de la noche.
(2) Éxodo 4:1-9,29-31.

viernes, 12 de octubre de 2007

Intolerancia y dominación

El deseo de dominación como promotor de la intolerancia.

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”
Declaración Universal de Derechos Humanos, Artículo 1.

En mi opinión la intolerancia se debe a tres factores principales: el deseo de dominio, la pereza mental y la impaciencia.

Como un ejemplo de deseo de dominio tenemos el caso del papa Gregorio “El Grande” que escribió una carta a un obispo que decía: “Nos ha llegado el informe, que no podemos mencionar sin rubor, de que enseñáis la gramática a ciertos amigos”. Y el obispo fue obligado a desistir de su “maligna labor”*. Los involucrados y las personas en general pudieron haber cuestionado: “¿Realmente estudiar es causa para que alguien se ruborice?” “¿Tan vergonzoso es el hecho de aprender gramática?” Yo me pregunto si ellos simplemente aceptaron su “error” y desistieron de sus estudios.

El jerarca hizo gala de intolerancia al no aceptar que las personas se educaran. Quizás estaba deseoso de mantener en ignorancia a la gente y, para controlarla con facilidad, se oponía todo esfuerzo educativo. Lo mas indignante de la frase es que 'no podía mencionar sin rubor'. Dando a entender que la educación es tan vergonzosa como un "pecado sexual", tratando así de manipular las emociones del obispo.

Con el fin de enriquecerse y mantener el poder los gobernantes han sido intolerantes a las quejas de sus gobernados. Pero quienes llevan la intolerancia a su máxima expresión han sido los líderes de las religiones, quienes al colocarse a sí mismos como representantes de los “poderes superiores” han tratado de suprimir todo tipo de competencia: “Si no nos obedeces a nosotros, que somos los embajadores de Dios, entonces eres enemigo de él, es decir, un sicario del diablo”.

Pero los líderes políticos y religiosos no han sido los únicos renuentes a aceptar el derecho de otros a pensar y a ser diferentes. Dentro de la gente común muchos tratan de dominar constantemente los pensamientos y acciones de otros, como ejemplo basta el sometimiento de la mujer a lo largo de la historia.

El deseo de dominación surge de los instintos que nos impulsan a buscar estabilidad, si dominamos algo le podemos quitar cualquier factor de inseguridad que nos amenace. Sin embargo esta lucha del individuo por conseguir estabilidad no involucra necesariamente al resto de la humanidad, por lo que el ser humano debe usar la inteligencia y la razón para buscar un mundo más justo en el que los intereses de unos cuantos no prevalezcan sobre los demás ni los fuertes tengan dominio sobre los débiles.

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Nota: * Bertrand Russell; “Porqué no soy cristiano”; Poked Edhasa; 1979; página 19.

jueves, 11 de octubre de 2007

Hablar de escepticismo

¿Con quién hablar de escepticismo?

"Argumentar con una persona que ha renunciado a la lógica, es como dar medicina a un hombre muerto".
Thomas Paine.

¿Cualquiera puede leer temas de escepticismo? ¿Es para todos? ¿A quién está dirigido el contenido de blogs como este? Principalmente a otros escépticos que disfruten de leer sobre estos asuntos. Al ser humano le es placentero compartir las cosas que le gustan y considera importantes. El escéptico lee lo que escriben otros escépticos para entretenerse, afinar sus propias ideas, informarse y opinar, entre otras cosas.

Pero, ¿que se puede decir de los creyentes (1), en particular los teístas? Creo que no todos están preparados para aprovechar de manera óptima lo que en estos sitios de internet se comenta. ¿Porqué? Bueno, como decía mi abuela: “La verdad no peca pero incomoda”. Muchos escépticos ya han pasado por un proceso de cuidadoso análisis de las creencias transmitidas por sus padres y por la sociedad, como por ejemplo la inmortalidad del alma. Este dogma le da al creyente la tranquilidad necesaria para seguir adelante en su vida. En cambio un escéptico, por su propia voluntad, ya ha experimentado un proceso mental de aceptación de la realidad, y muchos incluso, alcanzado lo que algunos filósofos griegos de la antigüedad llamaban “ataraxia”, un estado de calma en el que uno ya no se preocupa por creencias indemostrables.

El problema de tratar demostrar a ciertos cristianos que el infierno es una idea aberrante es que simplemente cerrarán su mente a los argumentos. Se encapricharán y se enojarán pensando que el escéptico es un hereje intentando subvertir su alma. Pero digamos que el cristiano escucha un poco (no todo), entonces se angustiará terriblemente pensando que su fe tambalea, y lo que se habrá logrado al fin será que el creyente en cuestión pase horas rezando tratando de recuperar la paz interior por ver amenazados sus dogmas. Lo que estoy diciendo es que si un creyente no quiere escucharnos no le digamos nada. Está en todo su derecho.

¿Eso quiere decir que no hagamos oír nuestra voz (o que no escribamos)? No, no significa eso. Si no fuera porque muchos ateos hablaron fuerte hace tiempo, seguiríamos viendo quema de brujas en las plazas públicas.

Entonces, ¿quién está preparado para leer sobre escepticismo? Pues aparte de los librepensadores los creyentes que tengan la disposición. En el momento en que un teísta navega por estas páginas, aunque sea solo para hacer critica destructiva, se está abriendo al hecho de que existen otras formas de pensar. Ahora bien, no todos los creyentes son cerrados a otras interpretaciones de la realidad. Por ejemplo, cuando mi novia, que tiene ideas religiosas muy definidas, me pide que le lea algo en voz alta, yo uso libros como “El mundo y sus demonios” (2) y ella no se a quejado en lo mas mínimo, y diario me pide que le siga leyendo.

La cosa cambia con los dogmáticos quieren imponer a toda costa sus creencias a los demás. Para evitar el regreso de instituciones como la Inquisición es necesario proceder de acuerdo al quinto “me gustaría que no hicieses” del pastafarismo (3): “Me gustaría mucho que no desafiaras las ideas fanáticas, misóginas, y de odio de otros con el estómago vacío. Come, luego ve tras los p********.”

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Notas:
(1) Al decir creyentes incluyo tanto a los teístas, que creen en uno o varios dioses, como a los seguidores de las pseudo ciencias. Aunque ambos grupos no son excluyentes.
(2) De Carl Sagan. Muy recomendable para estimular el pensamiento crítico.
(3) Parodia de religión inventada por el físico Bobby Henderson. Véase Pastafarismo en la Wikipedia.

sábado, 6 de octubre de 2007

Dudemos

¿Qué gano con dudar?

Es curiosa la imperiosa necesidad de creer, a muchos nos gusta la estabilidad en la vida, que ya todo esté en orden o por lo menos que alguien se encargue de ello, así la religión se encarga de darnos el sentido de la vida y una esperanza de lo que ha de venir después de esta. También se encarga de decirnos lo que podemos hacer y lo que no, ¡qué bien!, así no tenemos que devanarnos los sesos y tenemos tiempo para trabajar, estudiar o pasar el día frente a la televisión.

Claro, también tenemos las supersticiones y las pseudo ciencias, el arrojar un poco de sal por encima del hombro o retroceder trece pasos si se nos atravesó un gato negro puede protegernos de cualquier calamidad. Y ¿funciona?... pues quién sabe pero por si las dudas...

Y también están los prejuicios, origen de múltiples injusticias, pero que a diferencia de los dos sistemas de creencias anteriores sí pueden tener una utilidad real. Por ejemplo, no dejaré a mi hijo a solas con el cura de una iglesia donde ha habido casos de sacerdotes pederastas.

Además esta la mala imagen que proyecta uno si manifiesta dudas. Tal vez le tachen de una persona inestable, inmadura, revoltosa, antisocial o cualquier otra lindura. Incluso si usted se empecina en poner en duda "verdades obvias y fundamentales" le llamarán hereje.

Por lo tanto ¿que beneficios hay en que yo deje una cómoda credulidad, aceptada por la mayoría y quede en una posición socialmente desfavorable, especialmente en comunidades muy religiosas? Veamos a continuación tres.

Primero: Poner en duda que una iglesia representa a un ser celestial no visto me puede ahorrar un poco o un mucho de dinero. Lo mismo si es cierto para el lector de las cartas consultado infructuosamente durante años.

Segundo: Si le doy tanta importancia a la verdad entonces trataré de comprobar si lo que me dicen es cierto. Esta acción: Comprobar es uno de los principios fundamentales de la ciencia. De modo que me acercaré más al tan deseado conocimiento de como son las cosas en realidad con el mejor método conocido hasta ahora por el ser humano: el método científico.

Tercero: La libertad. Y muy importante, la libertad de pensar. Nadie me puede imponer sus ideas. Cada uno tiene la libertad de desechar lo que le parezca ilógico, inútil o francamente perjudicial. Así un clérigo no me podrá presionar para que vaya a morir inútilmente a una guerra "santa".

Es maravillosa y liberadora la capacidad de dudar.

Así pues, dude y conserve su dinero, busque la verdad y sea libre.